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El Regreso a la Inocencia


Nacemos inocentes y aprendemos la ignorancia. Ignorar significa ignorar aquello que ya sabes. Es algo que aprendemos y practicamos hasta que se convierte en un comportamiento estándar.

La ignorancia es un hábito que se rompe únicamente cuando llegamos a un nivel de sufrimiento suficientemente fuerte y convincente. Esto es lo que llamamos el punto suficientemente malo. Es el punto del cual nace el cambio progresivo.

La meditación Budista Zen adopta la noción de la Mente de Principiante. Una vez logrado, uno deja ir todos los prejuicios y entra en cada situación como si la estuviera viendo y experimentando por primera vez.

Eso es la verdadera inocencia.

Suspendemos todas las teorías que tenemos de cómo las cosas deberían de ser, y aceptamos con la mejor disposición y humor, la posibilidad de que lo que hemos aprendido en el pasado puede no ser una guía segura para interactuar con la presente situación.

Sin embargo, no podemos obligarnos a entrar en este estado.

En vez, este estado se desarrolla natural y espontáneamente cuando purificamos nuestro cuerpos de los detonantes y desencadenantes de estrés. Estos detonantes de estrés son memorias fotográficas que nuestra mente toma cuando entramos en una situación de estrés y nuestro cuerpo entra en este mecanismo de supervivencia. Después de exitosamente pelear o huir de la situación que nos estaba estresando, entramos en un estado de alta alerta cada vez que hay algún estimulo similar en nuestro ambiente.

Pude haber tenido un gusto por el té de menta, pero si una vez recibí malas noticias mientras lo tomaba, y reaccione mal ante eso, ahora el té de menta se vuelve un detonante de estrés, causando que vuelva a visitar esas emociones cada vez que lo pruebe.

Eso es una perdida de inocencia. Lo que sea que estemos viviendo en este momento se nubla al revisitar esas malas sensaciones o emociones ahora asociadas al té.

La meditación védica es una técnica que sistemáticamente nos da niveles profundos de descanso a nuestra mente y cuerpo. Ese descanso le señala a nuestro cuerpo a empezar un proceso de purificación por el cual viejos detonantes de estrés son libertados.

Esta metodología es una manera sustentable de regresar a nuestra propia y verdadera inocencia. Todas las parcialidades son eliminadas y nos volvemos más abiertos en nuestras interacciones.

La verdadera inocencia permite todas las posibilidades.

En la mente de un principiante hay infinitas posibilidades, pero en la mente de un experto hay pocas posibilidades.


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