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No Hacer Nada es Algo Revolucionario

  • Foto del escritor: Admin
    Admin
  • hace 14 minutos
  • 2 Min. de lectura
Estamos en una epidemia de estar sobreestimulados en donde en cualquier momento de tranquilidad nos parece aburrido. Si estamos en la fila del super, a pesar de que hay un mundo de cosas sucediendo a nuestro alrededor, es probable que saquemos el celular en lo que esperamos nuestro turno. Si estamos en un avión, lo primero que hacemos al aterrizar es checar nuestro celular. Si estamos cocinando o limpiando ponemos un podcast. Si estamos haciendo ejercicio ponemos música. 
Estamos en una epidemia de estar sobreestimulados en donde en cualquier momento de tranquilidad nos parece aburrido. Si estamos en la fila del super, a pesar de que hay un mundo de cosas sucediendo a nuestro alrededor, es probable que saquemos el celular en lo que esperamos nuestro turno. Si estamos en un avión, lo primero que hacemos al aterrizar es checar nuestro celular. Si estamos cocinando o limpiando ponemos un podcast. Si estamos haciendo ejercicio ponemos música. 

Nos da mucho miedo aburrirnos, nos da miedo simplemente estar; nos da miedo enfrentarnos a nuestros pensamientos o emociones que pueden surgir si paramos, aunque sea por un minuto. 

En realidad, el aburrimiento es un rechazo al momento presente. Es una manera de evadir, de no pensar, sobre todo, de no sentir.  El simplemente estar puede hacer que emociones y situaciones que no hemos querido enfrentar, salgan, listas para ser sentidas. Pero en el mundo moderno en el que vivimos hoy en día es muy fácil evadir y escapar. Hay un menú enorme ofreciéndonos oportunidades infinitas para entretenernos y darnos pequeñas dosis de placer.


Por eso, a veces también durante la meditación nos puede llegar a suceder que nos sintamos aburridos o que lleguemos a sentir emociones incómodas. Nos podemos llegar a sentir así durante la meditación porque el aburrimiento es un estrés. El rechazar el presente y sobre saturar al sistema nervioso de distracciones nos desbalancea. El no hacer nada, parte fundamental de nuestra práctica, nos permite asentar, integrar y terminar de procesar emociones que están atoradas en el sistema nervioso.  Es mediante dejarlas ser y dejarnos sentir en donde podemos realmente sanar y liberar. En la meditación aprendemos a no rechazar la experiencia, sino a abrazarla. Aprendemos a dejarnos ser, sin importar cual sea la experiencia que estamos teniendo. Poco a poco esta permisividad de simplemente dejarnos ser va permeando el dejarnos ser en nuestra vida diaria también. 


Afortunadamente hay un trend nuevo entre adolescentes y gente joven sobre esta misma línea. Se llama Raw dogging y es un trend en donde las personas se están permitiendo hacer las cosas por sí mismas, sin ninguna distracción. No ponen música mientras hacen ejercicio, no cocinan con un podcast, no tratan de entretenerse o distraerse. Se permiten simplemente ser y estar. Este trend está haciendo el hacer nada algo revolucionario, ya que se están dando cuenta de que lo mundano no necesita ser entretenido, puede simplemente ser, y es ahí en donde está la belleza y la liberación. 


El aburrimiento no es algo que tenemos que solucionar. Este trend, que en realidad es parte de lo que aprendemos a hacer durante la meditación, es algo que se ha dicho en ramas espirituales por miles de años. La clave es permitirnos simplemente ser, si estamos incómodos, no tenemos que huir de la incomodidad, podemos sentarnos con ella y dejar que simplemente esté ahí. Podemos sentirnos aburridos sin tener que buscar cómo escapar. Es en esa permisividad que se nos abre mundos de posibilidades, internas y externas. Atrevámonos a descubrirlos. 

 

Con todo mi cariño y Jai Guru Deva, 

Isa 

 
 
 

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