Yes and...
- Admin

- hace 3 días
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El juego era parte fundamental de ese entrenamiento ya que nos permitía poder transformar una situación complicada o triste en algo divertido, para así, ayudar a alegrar el momento por el que el paciente o sus familiares estaban pasando. Poder darles un momento de risa o crear momentos de diversión para ellos, era uno de los puntos principales de las visitas. Para poder tener estos momentos de juego y diversión teníamos que saber improvisar y jugar, y por eso es que estudiamos eso en el curso.
Para poder jugar bien a la improvisación y realmente crear una situación de risa para el público, hay una regla básica que siempre se tiene que cumplir. La regla es siempre decir que sí, sin importar la situación o dinámica que te están presentando, por más ridícula que pueda llegar a parecer.
En la improvisación siempre te ponen una situación, dinámica o historia que es el punto de partida para comenzar el juego o dinámica. Para poder continuar con el juego, tienes que aceptar lo que te están poniendo enfrente. Y es la habilidad con la que sacas la dinámica adelante para transformarla en algo más chistoso, divertido, creativo o ingenioso, que hace el juego mucho más divertido e interesante, tanto para el público como para ti.
Si de principio dices que no a la dinámica porque la tratas de cambiar y hacerla a tu manera, entonces haces que se pierda todo el juego y la diversión. Lo increíble de la improvisación es no saber qué va a pasar y ver como te las ingenias para crear una situación y llevarla a lugares increíbles. No puede estar premeditado lo que vas a hacer, tienes que dejar de pensar y actuar de puro instinto. Si le metes pensamiento se vuelve aburrido, y lo que buscamos con la improvisación son ocurrencias mágicas.
Al permitirnos decir que sí a la dinámica, podemos ver como la improvisación rápida nos lleva a lugares que no nos hubiéramos imaginado. Nos permite jugar, moldear e interactuar de manera exitosa con lo que tenemos enfrente. Esto nos permite sorprendernos a nosotros mismos con lo que hemos logrado y aprendemos a fluir de una manera preciosa si simplemente soltamos y nos dejamos ser y llevar por lo que está sucediendo. Asimismo, está dinámica va más allá de mí, ya que ese juego, flujo y dinámica la puedo llevar con la persona con la que estoy jugando y con la audiencia misma. Permitiendo una conexión profunda en donde creamos una dinámica en conjunto y una conexión preciosa.
Les platico de esta regla de improvisación porque me parece una regla que también podemos aplicar a la vida. Mi maestro dice que sufrimos en exacta medida en la que resistimos lo que nos están poniendo enfrente o lo que está sucediendo en el momento presente. Al igual que en la improvisación, si digo que no a lo que me están presentando, entonces se acaba el juego, se acaba la diversión, se acaba el crecimiento y no hay ninguna dinámica con la que evolucionar y crecer.
Si digo que si a la dinámica, si dejo de pensar y simplemente me dejo ser, aprendo a interactuar con la demanda de manera exitosa. Aprendo a dejarme ser y llevar por lo que está sucediendo. Me permito una conexión profunda en donde creo dinámicas de crecimiento y de diversión. Si digo que sí, puedo no solo crecer sino también divertirme y aprender siempre a jugar con lo que está sucediendo.
Como decía Maharishi Mahesh Yogi, “tenemos un infinito número de razones para ser felices y una seria responsabilidad de no ser serios.” Por eso, digamos que sí a la vida, y fluyamos con el ritmo natural de las cosas para que podamos disfrutar, vivir y jugar con lo que se nos está presentando en frente.
Con todo mi amor y Jai Guru Deva,
Isa
PS: Claro que todo esto es mucho más fácil si somos regulares con nuestra práctica de meditación. Si no estás siendo constante, vente a las meditaciones grupales o vuelve a tomar el curso de oyente. Las dos opciones son gratis e increibles.




























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