No hay realidad objetiva

No hay una realidad objetiva porque todos estamos viviendo de acuerdo a nuestro nivel de conciencia. Todo lo que vivimos está basado en nuestro modelo mental. Todo lo vivimos desde nuestra propia perspectiva. Si todos estamos viviendo desde nuestra propia perspectiva, podemos inferir que no hay una realidad objetiva.

Cuando dos personas se pelean, la realidad de lo que sucedió, de acuerdo a cada una de las personas, es completamente diferente. Esto es porque cada persona lo está viviendo de acuerdo a todos los patrones y experiencias que ha tenido en la vida y eso le da forma a su realidad presente.

Si estamos muy estresados entonces nuestra realidad va a reflexionar eso. Vamos a vivir una vida de mucha tensión, poca adaptabilidad, poca tolerancia y poca felicidad. Si estamos enojados entonces vamos a creer que el mundo está enojado también. Si estamos tristes entones sentimos que toda la vida es triste. Incluso podemos llegar a pensar que el universo está buscando maneras de hacernos la vida imposible. Pero, ¡noticia! El universo NO quiere hacernos la vida de cuadritos. El universo no está dividido, no estamos solos ni desconectados.

Al entender esto, podemos empezar a darnos cuenta de que cuando alguien hace algo que te duele, nunca es personal. Todas nuestras acciones están basadas en nuestra manera de ver la realidad y la vida. Nunca nada es personal. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos.

Cuando empezamos a meditar, la manera en la que vemos la vida comienza a cambiar. A manera que empezamos a eliminar estrés, nuestra realidad empieza a espejear ese cuerpo sin estrés. A manera de que al trascender nos empapamos de la realidad de lo que realmente somos, de ese ser puro y absoluto, de ese lugar de infinita felicidad, entonces nuestra realidad empieza a externalizar todo lo que internamente vivimos en la meditación.

Cuando trascendemos y tocamos base con ese estado de ser absoluto, nos damos cuenta que ese estado es la raíz de nuestra existencia. Entonces empieza a suceder que cuando tu realidad se vuelve más feliz, el mundo se vuelve más feliz también. Además, al tocar la realidad de ese infinito potencial de donde sale todo, esa profundidad del mar infinito de consciencia, te das cuenta que todos salimos de ahí. Y que esa superficie de enojo o de estrés con el que cargan las personas es solamente una máscara de lo que realmente son. Entonces desarrollas empatía.

Cuando empiezas a desarrollar empatía empiezas a entender, no solo entender, pero realmente ponerte en los zapatos de todos los seres vivos. Empiezas a sentir lo que cada ser vivo siente y entonces aprender a ver la belleza de la vida. Y el juzgar a otros se cae por completo porque entiendes. Entonces ahí es cuando realmente empiezas a experimentar la realidad objetiva, la realidad que dicta que hay tantas realidades como estados de consciencia.